Una oportunidad
Tener la oportunidad de experimentar el amor, y no vivirlo es como invitar al chef más talentoso del mundo a tu casa, hacerlo cocinar y no probar lo que haga. Rechazar al amor es tan absurdo como aquella persona que se compra un Ferrari pero nunca lo maneja para no maltratar el asiento. Conseguir al chef o comprarse el Ferrari, es lo más difícil, pero lo lograste, los tienes. Que te pueda dar indigestión por la comida o chocar el Ferrari... Pues si, eso puede pasar... Pero la experiencia de comer esa única y exquisita comida hecha por el mejor, o manejar uno de los autos más caros del mundo... En mi opinión, lo vale. ¿Porqué? Simplemente porque fuiste feliz y te cambió la vida: nunca vas a olvidar el exquisito platillo, o la intensa sensación de vértigo que te causó ese auto... Y al final, lo que vale la pena de la vida, es recordar. Somos recolectores de recuerdos, es lo que formamos día a día y que dura para siempre. ¿Recordar que invitaste al mejor chef del mundo, o que compraste un