El control lo tenemos nosotros
Creo.... que la vida pasa demasiado rápido.
Demasiado rápido como para darnos cuenta de lo que alguna vez vivimos. Cuando entramos a la primaria, recordamos con nostalgia el kinder. Cuando entramos a secundaria, extrañamos la primaria. Entramos a prepa y nos asusta salir de secundaria... Entras a la universidad y no hay lugar más seguro que recuerdes que la prepa... ¿Qué esto nunca termina? ¿Nunca nos vamos a sentir bien en donde estamos? Llega un punto durante la transición en el que te adaptas. Pero antes de ello sufrimos el cambio.
Creo que el cambio nos cambia. Todos cambiamos, no podemos ser iguales siempre. Pero, no me malentiendan.... Quedarte siendo el mismo siempre es imposible, todo cambia, todo pasa y nosotros con ello. El chiste es que cambiemos a lo que queremos ser y no a lo que la vida nos cambie. Tener el control. Controlar nuestra vida, no que la vida nos controle.
Aveces nos perdemos en la transformación. Olvidamos quiénes éramos o quiénes queríamos ser... Nos desilusionamos porque las cosas no eran como pensábamos, que las personas o el mundo no era como nos lo imaginábamos. Es ahí cuando pasa, cuando, inconscientemente empiezas a hacerte adulto. Un cerrado y negativo adulto que te dice que las cosas no se pueden lograr, que el mundo es de una manera y punto. Que te dice que estás loco, que te vayas a lo seguro, que te adaptes al mundo y busques un lugar para ti en el mundo.
Los jóvenes, somos la perdición del mundo... Y su única esperanza.
Nuestra mentalidad abierta y sin vacunas, sin prejuicios es lo que nos va a alejar de hacer los mismos errores que se han cometido... o de volver a cometerlos.
Depende de lo que hagamos ahora. De nuestra reacción a esa desilusión, a ese desengaño, a ese cambio que el mundo quiere hacernos. Justo ahora, entrando apenas a la vida, al mundo de los adultos, es el momento clave de nuestras vidas. De decidir si vamos a dejar que las desilusiones del mundo nos amarguen y nos hagan irnos a lo seguro, adaptarnos al mundo y buscar un lugar en el mundo para nosotros...
O de hacer que esas desilusiones sean parte del viaje para arriesgarnos, para no irnos a lo seguro, para adaptar el mundo a nosotros, no nosotros al mundo, para hacer nuestro lugar en el mundo y no buscar uno que ya exista y al que nos tengamos que amoldar.
Eres joven, has tenido, tienes y vas a tener miedos y desilusiones que te pueden hundir o hacer crecer.
Tu eliges
Demasiado rápido como para darnos cuenta de lo que alguna vez vivimos. Cuando entramos a la primaria, recordamos con nostalgia el kinder. Cuando entramos a secundaria, extrañamos la primaria. Entramos a prepa y nos asusta salir de secundaria... Entras a la universidad y no hay lugar más seguro que recuerdes que la prepa... ¿Qué esto nunca termina? ¿Nunca nos vamos a sentir bien en donde estamos? Llega un punto durante la transición en el que te adaptas. Pero antes de ello sufrimos el cambio.
Creo que el cambio nos cambia. Todos cambiamos, no podemos ser iguales siempre. Pero, no me malentiendan.... Quedarte siendo el mismo siempre es imposible, todo cambia, todo pasa y nosotros con ello. El chiste es que cambiemos a lo que queremos ser y no a lo que la vida nos cambie. Tener el control. Controlar nuestra vida, no que la vida nos controle.
Aveces nos perdemos en la transformación. Olvidamos quiénes éramos o quiénes queríamos ser... Nos desilusionamos porque las cosas no eran como pensábamos, que las personas o el mundo no era como nos lo imaginábamos. Es ahí cuando pasa, cuando, inconscientemente empiezas a hacerte adulto. Un cerrado y negativo adulto que te dice que las cosas no se pueden lograr, que el mundo es de una manera y punto. Que te dice que estás loco, que te vayas a lo seguro, que te adaptes al mundo y busques un lugar para ti en el mundo.
Los jóvenes, somos la perdición del mundo... Y su única esperanza.
Nuestra mentalidad abierta y sin vacunas, sin prejuicios es lo que nos va a alejar de hacer los mismos errores que se han cometido... o de volver a cometerlos.
Depende de lo que hagamos ahora. De nuestra reacción a esa desilusión, a ese desengaño, a ese cambio que el mundo quiere hacernos. Justo ahora, entrando apenas a la vida, al mundo de los adultos, es el momento clave de nuestras vidas. De decidir si vamos a dejar que las desilusiones del mundo nos amarguen y nos hagan irnos a lo seguro, adaptarnos al mundo y buscar un lugar en el mundo para nosotros...
O de hacer que esas desilusiones sean parte del viaje para arriesgarnos, para no irnos a lo seguro, para adaptar el mundo a nosotros, no nosotros al mundo, para hacer nuestro lugar en el mundo y no buscar uno que ya exista y al que nos tengamos que amoldar.
Eres joven, has tenido, tienes y vas a tener miedos y desilusiones que te pueden hundir o hacer crecer.
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