Lucha
Me estaba comiendo una deliciosa manzana verde (son las más ricas) y cuando estaba a punto de dar la mordida, pude ver algo...
Una de sus semillas había germinado dentro de ella.
No se porqué la idea de pensar que esa semilla había germinado me encantó. Me puse a pensar en qué hacer con ella, un rápido impulso instintivo me dijo tírala junto a las demás. Pero no. Esa semilla había luchado. Luchó por su vida. ¿Se puede decidir quitarle esa oportunidad de vivir que ella sola se consiguió?
Así que la planté bajo uno de los chiles de los que ya les hablaré más adelante (es una de las entradas que más anhelo escribir pero aún no es tiempo, ya verán).
Ahí crecerá, junto al Chile, una manzana que luchó por vivir. Luchó antes de que siquiera pudiera ser considerada o planeada. Luchó ante su destino prescrito de irse a la basura con el centro de la manzana. Luchó por su vida.
Le dedico esta entrada a todo los bebés que han sido abortados y les ha sido arrebatada esa oportunidad de vivir que ellos se consiguieron.
Ah, y hoy fuimos a reforestar. Lucha contra la deforestación. Lucha por la vida.
Por un mundo más verde, también en la ciudad.
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